El contrato de formación es una modalidad laboral cada vez más extendida, tanto para empresas que desean captar talento joven como para trabajadores que quieren ganar experiencia y formación a la vez. Este tipo de contrato combina trabajo y aprendizaje, permitiendo a los empleados adquirir habilidades prácticas y conocimientos teóricos, mientras las empresas se benefician de incentivos y costes reducidos en la Seguridad Social.
Quédate con nosotros y te contamos todo lo que necesitas saber sobre el contrato de formación: ventajas, tipos, duración, remuneración y otros aspectos esenciales para tomar la mejor decisión antes de gestionarlo.
Contenido:
- ¿Qué es el contrato de formación?
- Tipos de contratos de formación.
- Duración y renovación del contrato formativo.
- ¿El empleado cobra un sueldo si tiene un contrato de formación?
- Beneficiarios del contrato de formación: ¿Quién puede optar a este tipo de contrato?
- Características de la gestión de contratos formativos en empresas.
- Preguntas frecuentes sobre el contrato de formación.
¿Qué es el contrato de formación?
Es un tipo de contrato formativo y laboral que combina formación teórica y experiencia práctica, pensado para personas sin experiencia previa en el sector para que se formen desde cero y puedan obtener un certificado profesional. Dentro del contrato de formación, hay dos submodalidades y hablaremos de ellas a continuación.
Contrato de formación vs. Contrato en prácticas ¿Es lo mismo?
No, el contrato formativo y el contrato en prácticas no son lo mismo, aunque muchas veces se utilizan indistintamente. En realidad, el contrato de prácticas es un subtipo dentro del contrato de formación, por lo tanto, no son dos modalidades separadas sino que el primero está contenido dentro del segundo. Así, el contrato de formación abarca diversas opciones diseñadas para la capacitación de los empleados, y entre ellas el contrato en prácticas, que se centra en proporcionar experiencia práctica a quienes ya han completado una titulación.
Por tanto, cuando hablamos de un contrato de formación, estamos haciendo referencia a un marco más amplio que incluye, entre otros, el contrato en prácticas. Es clave conocer esta diferencia para, a partir de aquí, encontrar la solución que buscas en base al perfil y necesidades de tus empleados en formación.
Tipos de contratos de formación
Existen dos modalidades principales dentro de los contratos formativos: el contrato en alternancia y el contrato en prácticas. Ambas ofrecen flexibilidad y beneficios, solo que tienen objetivos distintos:
- Contrato de formación en alternancia: Con este tipo de contrato, el trabajador alterna su jornada (completa o parcial) entre formación teórica y práctica, es decir, trabaja y adquiere experiencia de lo aprendido al mismo tiempo. Es perfecto para jóvenes que se inician en un sector, pues les brinda una experiencia completa y les permite adquirir habilidades prácticas mientras estudian.
- Contrato en prácticas: Éste está orientado a personas que ya han finalizado sus estudios (como títulos universitarios o de formación profesional) y ahora desean consolidar sus conocimientos. Aunque el empleado recibe supervisión y apoyo en el puesto de trabajo, como en cualquier otro empleo, este contrato no incluye ni tiene la obligación de ofrecer formación teórica, únicamente se centra en la aplicación práctica de conocimientos ya adquiridos.
Duración y renovación del contrato formativo
Un contrato de formación tiene sus pros y sus contras y algunas limitaciones, como la duración del trato. Éste deberá ser de mínimo 6 meses con posibilidad de extenderse hasta un máximo de 3 años, siempre y cuando el trabajador siga recibiendo la formación teórica correspondiente.
Si bien es posible renovar el contrato de formación, hay que hacerlo bajo ciertas condiciones, respetando siempre la duración máxima. Si el contrato se prolonga más allá de este límite sin justificación, podría considerarse una relación laboral indefinida, lo que implicaría cambios en las condiciones y derechos del trabajador.
¿El empleado cobra un sueldo si tiene un contrato de formación?
El empleado en formación sí recibe una remuneración, solo que, generalmente, es menor que el de un contrato laboral estándar, aunque respetando siempre el salario mínimo interprofesional (SMI). La cuantía del salario se regula dependiendo del convenio colectivo de cada sector y la cantidad de horas de trabajo efectivo.
Por otro lado, también es posible percibir un porcentaje del salario de un empleado estándar en el mismo puesto, el cual también se definirá según la formación y experiencia del trabajador.
Retención e Impuestos
Si bien los salarios de un contrato formativo son diferentes a los de un contrato laboral común, también lo son las retenciones e impuestos. Normalmente, suelen incluir retenciones en el IRPF más bajas, ya que el sueldo suele estar por debajo del umbral de los tramos de retención elevados.
Además, el trabajador también está exento de ciertas contribuciones a la Seguridad Social, por lo que la nómina neta es generalmente más alta en relación al salario bruto.
Beneficiarios del contrato de formación: ¿Quién puede optar a este tipo de contrato?
Este tipo de contrato va dirigido a jóvenes entre 16 y 25 años que buscan iniciar su carrera profesional en un entorno que les permita aprender y trabajar al mismo tiempo. Sin embargo, en caso de que la tasa de paro supere el 15 %, la edad límite puede ampliarse hasta los 30 años. Para estos empleados supone un gran beneficio, puesto que esta modalidad les permite adquirir experiencia profesional mientras reciben una formación especializada.
Para las empresas, el contrato de formación es una forma eficaz de contar con personal en desarrollo sin comprometerse a una contratación indefinida desde el inicio, además de aprovecharse de otras ventajas. Por ejemplo, las nóminas son inferiores a las de un empleado estándar, teniendo en cuenta el mismo puesto de trabajo, y tienen una bonificación del 100% sobre el seguro social.
Características de la gestión de contratos formativos en empresas
La gestión de un contrato de formación requiere prestar atención a ciertos aspectos clave para que el proceso sea exitoso tanto para la empresa como para el trabajador:
- Plan de formación: Es fundamental diseñar un plan formativo adaptado al puesto y nivel del trabajador. Este plan debe establecer las tareas y objetivos específicos que el trabajador debe cumplir a lo largo del contrato.
- Supervisión y tutoría: La empresa debe asignar un tutor que supervise y guíe al trabajador en su proceso de aprendizaje. A su vez, tiene la responsabilidad de asegurar que el empleado esté aprendiendo y desarrollando las competencias necesarias.
- Cumplimiento de la normativa laboral: Los contratos de formación están sujetos a una normativa concreta que la empresa debe cumplir si no quiere exponerse a una sanción. Estas restricciones especiales son para la duración del contrato, el tiempo de formación teórica y el salario correspondiente.
Preguntas frecuentes sobre el contrato de formación
¿Cuántas horas de formación son obligatorias?
La formación teórica debe cubrir al menos el 25 % de la jornada en el primer año y el 15 % en el segundo y tercer año del contrato.
¿Puede un trabajador con este tipo de contrato realizar horas extras?
No, este tipo de contrato no permite horas extras, ya que su objetivo es equilibrar la carga laboral con la formación teórica.
¿Qué sucede si el trabajador no finaliza la parte teórica?
En caso de no completar la formación teórica, lo habitual es dar como no válido el contrato, por lo que el trabajador no obtendría el certificado de profesionalidad.
¿Cómo aparece un contrato formativo en la vida laboral?
Puedes solicitar la vida laboral y comprobarlo. La casilla CT en la vida laboral te indica el tipo de contrato, por lo que debe indicar:
- Contrato en prácticas a jornada completa: CT 420; jornada parcial: CT 520
- Contrato en alternancia a tiempo completo: CT 421; tiempo parcial: CT 521
Cómo gestionar contratos de formación para tu empresa
Si este tipo de contrato encaja perfectamente en tu perfil de empresa pero tienes dudas de cómo gestionarlos adecuadamente, no te preocupes, ponte en manos de asesores laborales que lleven a cabo todo el papeleo y te asesoren para tomar las mejores decisiones.
En Pere Mondragó contamos con un equipo de expertos en asesoría laboral y podemos ayudarte a gestionar este tipo de contrato y aprovechar al máximo sus beneficios. Solicita más información y te llamaremos para que recibas un asesoramiento personalizado.
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